jueves, 12 de julio de 2012

Dancing Queen..., ¿alguien se atreve a bailarla?

Desocupado lector: un clásico de toda la vida... la reina del baile. Sin más comentarios. Disfrútalo. Un abrazo.

"We are here, we are here, we are here..., de elefantes y mineros"

Desocupado lector: en el apartado "Películas" de este mismo blog aparece comentada la película "Horton y el mundo de los quién". Aprovecho un pequeño corte de esta película para relacionarlo con la llamada "Marcha negra" de los mineros que estos días estamos viendo por los medios de comunicación. Dichos mineros no están recibiendo la misma multitudinaria acogida que los peloteros que conquistaron Europa hace unos días, lo que dice bastante del futuro que tiene este país nuestro. En el corte de la película, aunque está en inglés, se puede ver la lucha de los pequeños por conseguir ser escuchados por el mundo poderoso y enorme. Al final, un final feliz. Lástima que no tenemos políticos como Horton... Un abrazo.

martes, 3 de julio de 2012

¿Tienes un propósito en tu vida?

Desocupado lector: ha pasado demasiado tiempo sin que me asome por estos lares bloggeros pues el final de curso del educador suele estar bastante sobrecargado. Ahora que empiezan las necesarias vacaciones quiero volver a estos materiales con unos cortes de la película "La invención de Hugo" que en la sección "Películas" ha sido anteriormente comentada.
A colación de estos dos cortes surge la pregunta que titula esta publicación para ser reflexionada en estos días de descanso: ¿Cuál es el propósito de vida?

Os añado unas lineas de la novela del mismo título en la que se basa el dicho film:

¿Te has dado cuenta de que todas las máquinas tienen su razón de ser? –le dijo Hugo a Isabelle, recordando lo que había dicho su padre la primera vez que le había hablado del autómata-. Sus creadores las construyen para que la gente se ría, como este ratoncillo; para saber qué hora es, como los relojes; para que todo el mundo se asombre viéndolas, como el autómata… tal vez sea esa la razón de que las máquinas rotas resulten tan tristes: ya no pueden cumplir con el propósito para el que fueron creadas.
Isabelle cogió el ratón, volvió a darle cuerda y lo dejó de nuevo en el mostrador.
-Puede que ocurra lo mismo con la gente- prosiguió Hugo-. Si dejas de tener un propósito en la vida es como… si te rompieras”

(“La invención de Hugo Cabret”, de Brian Selznick)